Cat Café Buenos Aires: el paraíso amantes felinos

Ubicado en el barrio de Abasto se encuentra Cat Café, el primer bar temático de gatos en Buenos Aires. Un espacio ideal para todos los amantes de los felinos que quieran pasar una experiencia inolvidable en la ciudad.

Este café fue inaugurado en octubre de 2020, en plena pandemia, por tres guías turísticas que se quedaron sin trabajo a raíz de la crisis: Liliana Raco, Diana Capasso y Gabriela Marcos. Estas tres amigas están completamente enamoradas de los gatos y se les ocurrió adaptar el departamento con jardín de una de ellas en un café destinado exclusivamente a la interacción con estos animales.

El lugar tiene una decoración 100% temática gatuna, desde el pizarrón con las normas de convivencia con los mininos hasta los más mínimos detalles. Toda una experiencia para explorar el universo felino durante la visita. Durante la hora que dura el tour por Cat Café, los visitantes pueden acariciar, alimentar y conocer la historia de cada uno de los 11 gatos rescatados que viven allí. Cada uno tiene su propia personalidad y las dueñas se encargan de contar todos los detalles sobre cómo fueron adoptados.

Hay que reservar el turno con anticipación a través de Instagram ( click aqui ) ya que la demanda es muy alta. La experiencia incluye café, alfajor y sobre todo mucho amor gatuno. Una oportunidad ideal para aquellos que no pueden tener mascotas pero aman a los felinos. Por la noche, cuando cierra el café, los gatos vuelven a dormir con sus dueñas en el edificio para descansar. Y durante el día disponen de un patio con juegos, rascadores y una casita felina donde entretenerse y desarrollar sus instintos.

Sea cual sea su enfoque, los cat cafés estan en auge como una tendencia turística global que atrae tanto a locales como turistas, brindando una experiencia única para interactuar con gatos.

La historia de los cat cafés se remonta a Taiwán en 1998, cuando se hicieron populares entre turistas japoneses y visitantes como una forma de relajación acariciando e interactuando con los gatitos. La fiebre felina no tardó en llegar a Japón, donde se convirtieron en éxito total, especialmente entre la gente joven que no podía tener mascotas en sus pequeños apartamentos, auqnue tambien para la tercera edad que no puede tener mascotas en su vivienda. Interactuar con los gatos aliviaba el estrés de la vida urbana.

El primer cat café de Estados Unidos abrió en 2014 en Oakland, California. A diferencia e los Cat Cafe asiaticos, se constituyó como una organización de rescate animal para dar hogar a gatos en situación de calle. Este enfoque se expandió a muchos otros cafés en Norteamérica.

Pronto los cat cafés cruzaron el Atlántico. En 2014, Montreal se convertía en la primera ciudad de América del Norte en sumarse a la tendencia. Le siguieron establecimientos en Nueva York, Los Ángeles, Chicago y otras urbes. También llegaron a Europa, abriendo sus puertas cafés felinos en países como Francia, España, Austria, Hungría y Reino Unido.

Desde el Cat Café también colaboran con diversos refugios de animales donando insumos para mejorar la calidad de vida de más gatos. Una iniciativa que combina el amor por los gatitos y el espíritu solidario. Un lugar que se ha transformado en un punto de encuentro ideal para todos los amantes de los gatos de Buenos Aires.

Si estás de visita en Buenos Aires, no podés dejar de reservar tu hora en Cat Café para disfrutar de sus gatitos y pasar un momento de relax y ternura. Un plan imperdible que seguramente querrás repetir.